jueves, 30 de octubre de 2014

Cómo usé el relactador (sistema de nutrición suplementaria de Medela)

Varias semanas después de comenzar mi plan de relactación, había bajado mucho la cantidad de suplemento con fórmula que necesitaba la niña, pero quería eliminarla por completo. Para intentar dar un último empujón, decidí comprar un relactador aunque la información que encontré por la red no era mucha ni tampoco reciente. Voy a contaros cómo lo usé y qué resultados me dio.



En primer lugar me resultó difícil encontrarlo. Alguna chica ha fabricado uno casero que no me convencía nada. Sí lo vi en el catálogo online de alguna farmacia, pero prefería verlo en mano para decidirme, ya que cuesta unos 40 euros. En casi todos los sitios donde preguntamos nos miraban con cara rara, y es que el nombre del que tiene Medela (no sé si hay de otras marcas) se las trae: sistema de nutrición suplementaria. Por fin dí con una farmacia que lo pidió y pude usarlo una semana después de empezar a buscarlo.

He hecho unas fotos de las piezas y después de cómo queda montado, la verdad es que la idea es sencilla pero el uso me pareció muy engorroso. En el biberón plano introducimos la leche (materna extraída o fórmula), nos colgamos el sistema en plan collar de vanguardia y  luego se trata de conectar uno de los juegos de válvula con tubitos; vienen tres de diferente diámetro, se recomienda empezar por el mediano (de color blanco). El conector tiene unas ranuras que te permiten dejar pinzado el tubo en los momentos que no quieres que salga leche. Con un trocito de esparadrapo de papel pegas el tubo al pecho, de forma que sobresalga 1 cm la punta desde el pezón, para introducir en la boca del bebé ese trocito (yo lo hacía por la comisura) 




El bebé comienza a mamar de forma normal y dejamos el tubo pinzado. Cuando ves que succiona con menos alegría porque el ritmo de leche es menor, se abre el tubo y comienza a recibir leche desde el biberón. Así el niño “se anima”, aumenta la estimulación del pecho y se produce más leche. Ese es el objetivo final de todo el sistema, aumentar la producción. Teóricamente tiene la ventaja de que te ahorras los dos pasos de teta + biberón, ganando algo de tiempo al hacer 2 en 1. 

Foto sacada del catálogo de Medela

Yo sí observé claramente en unas 2 semanas que aumentó la cantidad de leche que tenía. Sin embargo encontré muchísimos problemas a la hora de usarlo que hicieron que lo abandonara muy pronto, ya que vi que iba a ser imposible avanzar más. Para empezar, necesitaba poner la leche bastante caliente, ya que desde que empezábamos la toma hasta que Piña tomaba el contenido del biberón pasaba un rato, y si el primer trago le llegaba ya fría empezaba a llorar amargamente (como siempre que llora, es un escándalo total). Así que llevar colgado el biberón tan caliente es bastante molesto. Después, estar todo el tiempo desde mitad de toma pendiente del abre/cierra del tubo según la succión del bebé, para que no se quede sin recibir leche pero tampoco lo ahogues del tragazo que dé, es un rollo. Tuve que cambiar a los tubos más finos para que no recibiera tanta leche de golpe, jugando también con la altura a la que cuelgues el biberón. Y por último, si tienes un bebé que como el mío se mueve sin parar, y se retira del pezón de vez en cuando, meter el tubito otra vez en su boca cada vez, sumado a la pezonera... la mujer orquesta en cada toma, oiga!! 

Los tubos que yo usaba (los de la válvula roja) son tan finos que hay que lavar el sistema rápidamente después de la toma porque se obstruyen con facilidad con los restos de leche. Pero claro, ¿y ese plácido momento del bebé después de comer en tus brazos?!. ¿Dejas al nene tirado en su siesta favorita para irte a lavar el cacharro?. Cómo yo respondí “no” a esa pregunta, los tubitos estaban bastante guarros a pesar de intentar rescatarlos un rato más tarde, y finalmente uno de ellos se obstruyó por completo. Y en solo dos semanas!

En resumen, este sistema me ayudó a reducir todavía más la necesidad de leche artificial, pero no fue tan útil como esperaba. Usarlo es un jaleo, y en pocos días se obstruyó para siempre uno de los tubos que necesitaba. Piña ya se hartaba del tubito en la boca y tampoco colaboraba mucho, así que no pude usarlo más tiempo. Y por 40 euros, a mí no me salió muy rentable. 

Espero que a alguien le resulte útil mi experiencia. Un beso a todos!

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