lunes, 27 de octubre de 2014

Como conseguí la relactación

A las dos semanas del parto, por circunstancias varias, Piña estaba con lactancia mixta, tomando cada vez más leche de fórmula (llegó a 60 o 90 cc en cada toma!). Si hubiera seguido por ese camino, habríamos dejado la teta rápidamente, pero no estaba dispuesta a renunciar a todos los beneficios de la leche materna para mi bebé. 

Busqué mucha información en foros por la red, contacté con la asociación Lactard acudiendo a varias reuniones e incluso consulté con una matrona experta en lactancia. Descubrí la palabra "relactación", que en resumen se refiere a recuperar la lactancia materna. Con mucho esfuerzo y de forma lenta conseguí bajar la fórmula de medio litro diario a solo 120 cc (60 cc por la mañana y 60 cc por la noche). Tengo la espinita de no haber alcanzado lactancia materna exclusiva, pero la verdad es que estoy muy orgullosa de todo el trabajo que hicimos.

En realidad, los ingredientes para la “relactación” son bien sencillos:
- Un bebé
- Un pecho o dos
- Un sofá cómodo
- Una libreta
- Un bolígrafo


Modo de preparación: Sentarse en el sofá en la mejor posición que podamos, ya que tendremos que mantenerla durante horas. Ofrecer el pecho al bebé, y dejarse llevar en top less. En nuestro caso Piña era capaz de estar enganchada sin problema durante 2-3 horas. Cuando se soltaba, le ofrecía el otro lado, y ella, que es muy educada, nunca lo rechazó. Después de terminar, en cuanto notaba signos de hambre, volvía a ponerla a la teta, aunque hubieran pasado solo diez minutos. Si ya notaba que apenas sacaba leche, le daba un poco de biberón. 

Hay varias formas de ir bajando la cantidad de leche de fórmula, que he leído en diferentes sitios, teniendo siempre claro que cuanto más tiempo succione el bebé, más cantidad de leche se produce. Puedes eliminar algunos biberones, dejar la mitad de leche en el mismo número de tomas, quitarlo más bruscamente o poco a poco etc. Cada una irá viendo qué cosas le funcionan mejor. Yo decidí ir despacito vigilando cada semana el peso de Piña, y darle menos biberones progresivamente pero continuar con 60 cc en cada uno, porque cuando intentaba darle 30 cc, se lo tomaba tan rápido que lloraba desesperada pidiendo otro chupito. En una libreta iba apuntando cuánta fórmula tomaba cada día para poder ver la evolución, anima mucho ir viendo los progresos. 

Me ayudo mucho dejar de darle los suplementos por completo durante la noche, solo le daba teta, lo que toleraba mejor que de día. Hacíamos colecho, mamaba cuando le apetecía y el tiempo que quería y se quedaba otra vez adormilada. Por la noche se produce más prolactina y la leche materna favorece el sueño, por no hablar de lo cómodo que es no levantarse cada 2 horas a preparar un bibe... 

Me pregunto por qué a pesar de tener cada vez más leche no pude quitar del todo la fórmula. Si la teta es un pozo sin fondo, que va produciendo leche sin parar cuando está estimulada, qué pasaba??? Creo que en mi caso, cuando Piña había “vaciado” el pecho, era incapaz de tener paciencia para seguir tomando leche que saliera a ritmo más lento. Y claro, lo de ser un bebé de alta demanda no ayuda mucho, porque ella en general necesita cualquier cosa "para ya". Para intentarlo todo, me compré un relactador del que hablaré otro día, que me ayudó un poco pero en absoluto veo imprescindible. 

Aunque ahora lo recuerdo con cariño, las semanas que estuve dedicada por completo a recuperar la lactancia fueron duras, se hicieron muy largas y me quedé “fuera de circulación”. Rechacé cualquier plan que impidiera seguir el instinto que me decía que estar en casa, juntas las dos y todo el día piel con piel era lo mejor en ese momento. Sé que el esfuerzo mereció la pena por completo. Espero que a alguien le sirva mi experiencia, porque sé que produce mucha tristeza no ser capaz de alimentar perfectamente al bebé solo con pecho, pero ya veis que es posible mejorarlo. 

Comentadme cualquier duda porque me encantaría ayudaros. Hasta pronto!

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