Todo empezó
buscando por la red información sobre los niños "llorones",
un día de tantos que andaba yo desesperada por casa, con Piña
encima berreando, a pesar de que a mi corto entender no tenía muchas
razones para ello, y con la sensación de que estaba cada vez más
nerviosa. Por supuesto mi obsesión era averiguar qué estaba
haciendo mal. Buscaba la respuesta a por qué mi bebé estaba siempre
inquieta, en tensión, llorosa; sin que me consolaran las típicas
respuestas de la gente que te rodea (cólicos, gases, dientes... Y la
peor de todas!: la has acostumbrado a los brazos...)
El término de
"bebé de alta demanda" o "alta demanda afectiva", traducción de "high need baby", fue creado por el Dr. Sears, pediatra americano y padre de familia
numerosa, que observó al nacer su cuarto bebé que su comportamiento
era diferente a sus hermanos. Cuando empecé a leer toda la
descripción en su web no podría creerlo: "¿cuando ha conocido
este médico a mi hija?". Esa pregunta nos la debemos hacer
todos los que tenemos un bebé así, y es que si tienes dudas de si
tu hijo cumple estos requisitos, la respuesta es que No es de alta
demanda. En el caso de que sí lo sea, lo verás clarísimo
rápidamente!
Os copio a
grandes rasgos las características de los bebés de alta demanda
según las describe este doctor, muchas se solapan entre ellas. Mi hija las cumple todas, a
rajatabla. Algunas de ellas merecerán un post:
- Intensos: Es
un gran adjetivo que quizá por si solo podría describir a mi bebé.
Piña no conoce el término medio, cada instante de su corta vida lo
ha llenado de intensidad. Intensidad para llorar, para reir, para
moverse, para mamar... Si está feliz, tiene la sonrisa más grande
del mundo, se parte de risa, te contagia y te enamora en un segundo.
De ahí pasa al extremo opuesto a toda velocidad, llorando sin parar
y con un volumen tal que me ha parado gente por la calle para
preguntar qué le pasa...
-
Hiperactivos, siempre alerta: No se refiere al término psicológico,
sino a la gran actividad que llevan estos niños, que son auténticos
terremotos. Mi bebé no aguanta ni un minuto en ninguna superficie
que no se mueva, digamos minicuna, cuna, capazo, hamaca, camas
varias... No para de mover las piernas, y doy fé de que esto ocurre
desde mucho antes de nacer. Esto le hace tener una fuerza increíble
para su edad, es puro músculo! Cada cambio de pañal es una
aventura, y alguien que no esté acostumbrado a manejar bebés no
puede ni ponerle un body. Palabrita.
- Maman a
menudo: Con ocho meses todavía necesita mamar con frecuencia,
incluyendo varias tomas nocturnas que acompaña de pataditas en mi
estómago. Si me encontrara con el genio de la lámpara solo pediría
una noche de sueño sin interrupciones.
- Exigentes:
Tienen mucho carácter, saben bien lo que quieren y no tienen reparos
en compartirlo. A gritar se ha dicho.
-
Insatisfechos: Has dormido media hora en todo el día, estás
paseando con tu bebé en brazos o porteándolo, está limpio, comido
e incluso no parece que tenga sueño. A pesar de todo, muchos ratos
no parece contento y sigue inquieto, como si no tuviera sus
necesidades cubiertas. Siempre parece que le falta algo, algo
imprescindible para que se parezca a ese bebé que tuvo tu amiga, que
lo mete en la cuna y como un gatito se duerme al instante...
-
Impredecibles: Tardas una semana en descubrir que si a las 22:07 lo
coges con el brazo derecho y le cantas la segunda estrofa de una
nana, se duerme más o menos con facilidad. Al tercer día, cuando
crees que quizá hoy lo consigas a las 22:06, ya no funciona. Ni la
postura, ni la canción, ni nada de lo que habías logrado. Y vuelta
a empezar.
- Se
despiertan a menudo: Y no necesariamente por hambre. Piña tiene
muchísimos despertares y en algunos de ellos se despierta por
completo y está feliz, como si no necesitara descansar más, con
ganas de cachondeo. Ella no sabe todavía qué significa que la aguja
pequeña esté en el 3 y la grande en el 6. A menudo necesita mucho
rato de paseos y teta para volver a dormir, lo que hace muy
divertidas las noches.
- Necesidad de
contacto físico contínuo: La niña lapa desde que nació. El tema
de los "bracitos" habrá que comentarlo otro día, para
desahogarme más que nada. Solo diré una cosa: viva el porteo!
- No se calman
por sí solos
- Muy
sensibles a la separación: Yo había leido que la angustia de
separación empieza hacia los ocho meses del bebé, pero la mía
parecía traerlo de fábrica... Es bastante llamativo desde el
principio que apenas pudiera soltarla unos segundos para ir al baño.
Ah no, si al final también me la llevaba allí muchas veces...
-Hipersensibles: En resumen, podria describir a Piña con dos
palabras: intensidad y sensibilidad. Y es que una vez que lees y lees
sobre los niños de alta demanda, entiendes que son bebés con una
sensibilidad especial y exagerada, que necesitan más contacto, más
estímulos, más movimiento, más paciencia, más de todo.
Habrá quien
piense que esto de la alta demanda es un cuento chino, quizá yo
misma hace un año, que todos los niños son parecidos, algunos más llorones y punto. Pero ahora, en mi vida 2.0, con muchos bebés de
amigos cerca, estoy convencida de que mi hija tiene algunos detalles
diferentes, que se han suavizado mucho al pasar los meses, y que
encajan a la perfección en las explicaciones del doctor Sears. Por
supuesto, leerlo no me ha dado más horas de sueño, ni tengo la
solución a ningún problema, pero sí el consuelo de que hay muchos
otros niños similares (dicen que hasta un 10% de los bebés es de
alta demanda) y otras madres que lo han pasado fatal pero poco a poco lo han dejado atrás.
En esta página
podréis aprender mucho más.
¿Vuestro bebé
es de alta demanda? ¿Qué ha significado para vosotros?
Hasta pronto,
un beso!
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