jueves, 13 de noviembre de 2014

Rutinas para el bebé: el día de la marmota


Soy una mujer afortunada. Pude estudiar lo que quise, me esforcé y ahora tengo un trabajo maravilloso, así que soy de las pocas personas que oyen el despertador y no tienen ganas de llorar. Cada día hay retos nuevos y trato con todo tipo de gente. No hay dos días iguales. Y los fines de semana que no trabajo siempre nos apetece salir a cenar, al teatro...

Pero eso era antes, porque ahora vivo en el día de la marmota. 

Supongo que todo el mundo ha visto la película "Atrapado en el tiempo" en alguna de sus mil reposiciones en televisión. El día del protagonista se repite constantemente punto por punto desde que abre los ojos, aunque sucedan cosas disparatadas. Así me siento yo!



Piña todavía duerme fatal. No tarda demasiado en caer dormida, pero se despierta muchas veces a lo largo de la noche. Y durante el día no se echa más que una o dos siestas, y eso ahora, porque en sus dos primeros meses apenas cerraba los ojos. Así que leyendo y leyendo parecía que la palabra clave era "rutinas". Que a los bebés tan inquietos les gusta tener rutinas, saber lo que va a pasar después, estar ordenaditos... Vamos, como a mi abuela!

Las rutinas nos han ayudado realmente a llevar el día a día con algo más de sosiego. Aunque vivir en el día de la marmota en algunos momentos resulta algo desesperante. Y es que hay unos pocos puntos que son exactos de un día para otro, además notamos que los necesita:

- Pasear en el carrito por la mañana para echar una siesta, siempre a la misma hora: las primeras semanas nos costó muchísimo que aguantara un ratito en el carro, pero por la mañana se duerme rápidamente y aguanta una hora y media. A menos el primer rato hago siempre el mismo recorrido, que por cierto pasa por su futura guardería. Esa es su siesta asegurada, el resto depende del día y son como mucho de media hora.

- Jugar con papá gafotas por la tarde, cuando vuelve del trabajo. Porque ya a media tarde está cansada de mi cara, bastante irritable, y es sonar la llave de la puerta y volver a ser feliz.

- Baño o pseudobaño (no la bañamos todos los días pero sí la llevamos al ladito de la bañera para ponerle el pijama etc) después de jugar. Se encarga también papá.


Todavía tenemos pendiente lograr una rutina para ir a dormir, de momento casi siempre me encargo yo, meciéndola o poniéndola al pecho más o menos a la misma hora, pero muchos días es un fracaso total... Lo que está claro es que algunos amigos nuestros son capaces de salir un rato por la noche porque sus bebés están dormiditos sin inmutarse en el carro, y me muero de envidia. Nosotros a las 9 o como mucho a las 10 tenemos que estar en casa como la Cenicienta, porque se vuelve loca en la calle! Solo hay una excepción, y es sacarla en la "mochila" y que se duerma, pero llevar encima 7,5 kilos no es muy cómodo para más de un ratito...

Y vuestros bebés, ¿también necesitaron muchas rutinas?

Un beso y hasta pronto!

No hay comentarios:

Publicar un comentario